jueves, 29 de julio de 2010

Parado en el centro del mundo. Encima de un hueso. 
Un eructo de dios cruza: esta vez es un ave.
Una vela lleva una bala de viento hasta aquí.
Navego. 

La isla se agita.
Miro de reojo la caída.
Sigo remando.

Estoy parado en el epicentro de una transformación.

2 comentarios:

Mechi.- dijo...

Te sigo porque me gusta cómo decis las cosas.

Aquí su pendejo dijo...

Gracias Mechi....
saludos..!