lunes, 30 de noviembre de 2009

territorio Haiku

I

La luz se marchó

las estrellas brillaron para que su dolor

no se apagara.

II

Los ecos nacieron

en la caverna bucal

de una cuerda rota.

III

Lloró para sí

de sí

como el glaciar en primavera.

IV

El alma

soldaba el corazón

de una vida fracturada.

V

Cada puerta

tiene el rostro

del adiós

el rastro del ayer.

VI

La piedra estaba sola

hasta el momento el derrumbe

caída prodigiosa.

VII

Caracol.

No era el centro de su vida,

ni el extremo,

ni la periferia.

VIII

La mirada

alejamiento impreso en la pupila

nacimiento del sueño y la codicia.

IX

La espina sabía

que la flor era el consuelo

de la sangre.

X

El frío comenzó al pronunciarlo,

nevaba en el espíritu

blanco se pintó el pensamiento.

viernes, 27 de noviembre de 2009

homenaje a mi padre

Comencé a nacer ayer hace setenta y un años. Entonces era nada, pero sin esa nada que fui, hoy no sería. No sé si hacía frío. No sé si fue en una habitación blanca o verde. Ignoro si hubo una ventana para que el mundo aplaudiera el milagro de esa vida. No sé qué manos recibieron aquel cuerpo, cómo fue su llanto, ni cuántos ojos se abrieron más de lo común; cuántas bocas exclamaron un ay de esos que luego dejan lágrimas. Yo comencé a existir desde el primer momento en que esa indefinición surgía, en esa belleza flotante que nos envolvió a todos. Entonces no era sueño, pero comenzaba a trazarse mi propio diseño. Vista así la vida supera su misterio para volverse promesa. La vida como antecedente de ella misma, como prueba superada, como un eterno volver y proyectarse. Soy lo que otro comenzó a ser, y antes de él, otro también lo definía cuando tampoco era. Eslabonados atamos la eternidad en la semilla. Renovamos la historia. Prolongamos el ser. Sueño ininterrumpido. Sí mismo encadenado secretamente. Ilación celular. Soy hijo

jueves, 26 de noviembre de 2009

sobre los estados financieros, los proyectos productivos y las ostras

El frío y sus patas de araña. El cielo con el ojo cerrado. El pájaro Gob urticando el aire. Las ideas sin vida. La vida flotando. El mundo está quieto y esa es su mayor mentira. Los volcanes son los maestros del disfraz, viejos eremitas desaliñados. Acá los autos vuelan en el ruido. Un tren pasa roncando. Yo me dispongo a domesticar mi náusea. La palabra soborno acude a la mesa ¿cuánto cuesta silenciar mi silencio interior? Darle voz al huracán, desdoblar el poema de un bar, volcar en signos el miedo al futuro, dotar de líneas el párrafo en blanco que me alimenta. Hay días y semanas al año donde todo es otoño. Las hojas-palabras caen del árbol interior y uno es una cepa de nada, quieta e estéril; uno es la ansiedad acumulada en la grieta y comienza a resquebrajarse en detritos binarios. El tobogán de la expresión me ha salvado.

martes, 24 de noviembre de 2009

de cimas y simas

Mordí el pastel mucho antes que comenzara la fiesta. Desde entonces dejé de ser un contemporáneo. Fui ajeno a los llamados de esta era artificial, y de este mundo dado, que busca distraer su cansancio existencial a golpe de artificios. Muy pronto descubrí los secretos de la sorpresa; el mecanismo que produce la pus de la creatividad; la ilusión del cambio y del recambio habitando siempre en la superficie, habitado desde siempre por la superficie; olí el conformismo de la admiración, esa derrota sin resistencia de parte de un espíritu débil; la ceguera que, tiempo atrás, otros advirtieron, caería sobre la humanidad –ocaso de los ídolos, transmutación de los valores. Hoy respiro en muy pocos metros cuadrados, el planeta es una caja de zapatos, el aire es más limpio y compacto; más transparente, tiene su aliento. Me sostiene otra fe, me vive otro tiempo, me celebra otra vida. La cima en mi sima.

lunes, 23 de noviembre de 2009

instrucciones para no pensar...

  1. Primero dése cuenta de que dicho acto no lo llevará a ninguna parte.
  2. La idea cae muerta desde la lengua. Vivió unos segundos antes de sucumbir.
  3. Escribir es un acto insecticida que presupone rociar una página o una cabeza con veneno para los bichos que la habitan pasen a mejor vida.
  4. El pensamiento solitario crea larvas, los ermitaños, los monjes y los abandonados hospedan esos parásitos esperando el día en que se conviertan en mosca.
  5. El cerebro de un cadáver hace yoga involuntario, su mantra es la asfixia neuronal.
  6. Si alguien te escucha, procura hacer el ridículo; pero nunca demuestres tu enfermedad esencial.
  7. En casi todas las cosas hay un arte, y por tanto un defecto.
  8. La idea es la podredumbre sublime, bella forma de agarrar vuelo para caer.
  9. Solo los castrados producen ideas, los seres saludables producen hijos.

domingo, 22 de noviembre de 2009

Cada cosa se verifica por sí misma y no hay regla que la contenga. El silencio prospera. Los montes se agachan para alejarse del viento. El universo se corva, es humo de ojos disueltos. Estoy sentado en la fachada continental de un respiro que no es largo, ni corto: fantasma. Algo pasa detrás de la luz, algo siempre está pasando en lo oscuro. La vida no está más viva en unos respecto a otros. Tampoco la muerte.

sábado, 21 de noviembre de 2009

Otros atisbos. La bruma vive en la ducha y el cepillo de dientes. El cordón umbilical del instante y su deslave. La grava suelta en la autopista denominada quietud. La absorción no es lo mismo que estar absorto, pero igual, la succión. Acá cada quién deja de su huella y se marcha.

viernes, 20 de noviembre de 2009

Carlos Briseño Torres RIP

Más cansado que de costumbre; con el mundo guardado en la gaveta; con los ojos como cristales después de la lluvia; con el ser desparramado en la inútil pregunta del por qué; la muere llega siempre a poner su música: una bala, una habitación, la soledad. El orden de las cosas no cambia; quizá una risa por aquí, un llanto por allá. Los rumores seguirán corriendo como lobos tras la presa; el frío paralizará el alma; seguiremos dando brazadas en nuestra versión particular de maremoto; no comprenderemos el dolor, ni la justicia. El horror de atestiguar hasta dónde nos lleva el poder, es el mismo que reclama su ausencia.
Aquí, desde otro rincón recorro la puerta que mira a la terraza ¿esto es la paz? De ser así, que sea.

jueves, 19 de noviembre de 2009

Rabia...

  • El ritual de la sangre es un acorde de la injusticia. Bailan los muñones de un mundo cercenado.
  • La historia es un pleonasmo de la indiferencia. He ahí su verdadera referencia.
  • Dime qué país tienes y te diré qué arma necesitas.
  • En un mundo donde la razón no es un argumento válido y dónde la locura se sustenta, lo único que queda es esperar el derrumbe.
  • La evidencia vende, pero causa invidencia por la vía de la normalización.
  • Si no somos estúpidos, ni nos hacemos, o somos felices o conformistas.
  • Un pueblo nace cuando lo territorial y lo simbólico concurren con lo necesario. Esta vinculación es crucial para oxigenar la identidad y fortalecer la pertenencia.
  • Las revoluciones provienen de una conciencia súbita –del infarto institucional y la enfermedad social. Las transiciones de una conciencia procesual –de la práctica ciudadana y de una cultura política saludable. Hay que temerle a la conciencia súbita. Hoy en eso andamos.
  • Sólo acepto hablar de arte con personas que me desagradan ¿no es eso una intervención estética de primerísimo orden?

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Otoño

I

La poética del árbol: el caer de sus hojas. La del río: la erosión de la roca. La del viento: tallar el risco. La del mar: ser inquietud. La de la noche: desmontar la luz. La del sol: el ocaso. La del silencio: su invisibilidad. La del ave: la ingravidez.

II

Este cigarro, vestigio de una mancha.

Dedos sueltos.

El humo y el otoño.

Cada hoja desprendida llora un pájaro.

Ni luz, ni oscuridad, la tarde es un declive incoloro;

cielo congelado.

Un espresso doble, otra inhalación.

Las luces comienzan a tintinear;

tarde sin fondo,

de domingo estirado hasta el martes.

El viento tiene astillas de frío,

se mezcla con voces aguadas.

Busco encriptar esta imagen, ponerle una mordaza.

El otoño es la estación de las reverencias.

martes, 17 de noviembre de 2009

primera persona, singular

Soy la playa que espera tu ola. La punta del árbol que se alegra cuando pasa tu huracán. La brasa quieta que arde para ti. Soy el calor en el interior del glaciar. La horma que te reclama de noche y de día. Soy estos brazos que llevan tu nombre y tu signo. Soy el peso que aplasta tu vientre mientras gozas. Soy el signo que inventan tus sueños. Soy la palabra que pensaste. Soy el río sin desembocadura que te ciñe a la tierra. Soy el pecho donde tu piedra se hace risco. Todo y nada. La moneda idéntica a sí misma. El giro.

lunes, 16 de noviembre de 2009

Human behaviour

Mata una mosca. Trepa al caballo de Troya. Murmura en las esquinas. Escóndete al paso de la luz. Construye un búnker. Diseña un submarino. Fusiona partículas. Haz con la ciencia un rehilete –todo vuelco ofrece en segundos experiencias en 360 grados. Sé la piedra, jamás la mano escondida. Entierra tus talentos. Busca afanosamente esas treinta monedas para que puedas besar esa mejilla. Canta con el gallo en su trono de tejas. No te sonrojes. No te disculpes. Persigue tu fin, los medios son eso. Ocupa los interregnos y desocupa los ideales. Lee a Fouché, a Richelieu. Cena con Maquiavelo. Aprende el arte de ser y desprende la duda. La maldad del huracán está en la paz con que su ojo atraviesa tu cabeza y deja ver el cielo. La historia es rica en excusas: toma la que te convenga. Allá Dios dirá.

domingo, 15 de noviembre de 2009

Engañarte

En el arte las apariencias no engañan, son apariencias. La palabra no pinta y la imagen no habla. La música suplanta al ruido y el ruido al silencio. La danza es un baile coreografiado, el baile un desfogue ritual que nos aproxima al apareamiento. El teatro, por más actores que tenga la puesta, siempre parece un monólogo. El monólogo es nuestro hábitat. El cine es entretenimiento y cuando petulantemente es llamado “de arte” aburre. La escultura seguirá siendo una piedra tallada con pasión, pero sin vida. Arte, artificio, engaño. Y sin embargo, es una buena forma de perder el tiempo.

sábado, 14 de noviembre de 2009

sobre la inutilidad del pensamiento

  • Casi todo pensador tiene una deficiencia social o algún tipo de patología, de lo contrario ¿para qué pensar?
  • Cada que veo un hombre calvo me entusiasma imaginar que le debe su calvicie al aplastante peso de la conciencia (que ningún skin head se entusiasme).
  • Por lo general un hombre letrado es aquel que habla de cosas que no ha vivido y ha vivido cosas que nadie ha escrito.
  • La ignorancia debería ser un estimulante de la vida casi como la razón es un inhibidor.
  • Entiendo la era de la ilustración como el fin del conocimiento libre y a la era de la información como la recuperación de dicha facultad. No obstante, el conocimiento no ha dejado de ser el embuste más sofisticado de lo humano.

viernes, 13 de noviembre de 2009

esta no es mi soledad

I

No hay otra soledad que esta. La del tiempo y su absurdo. La de los elogios. La que habita en el calendario –tan conmemorativa y vacía que nos deja flotando en una falsa nube. Nunca estuvimos tan solos como cuando la presencia fue un asunto energético: pulso de mouse, enfriamiento binario. La soledad del twiter; el amotinamiento de frases en el facebook; el delirio de los blogs; el socavamiento de la realidad en la hiperrealidad de los realitys.

II

Los senderos se ensanchan, la hierba tiembla. Nunca antes brilló tanto el diamante como cuando fue carbón. El negro de unos ojos encaja en el negro de la noche. Breve amasiato, eclosión de abismos ¿hace cuánto escapaste de ti, rencor para tomar las almas? Criaturas aladas se desploman. Un mensaje del cielo es a veces una lluvia silenciosa. Tímida la tierra moja sus párpados.

jueves, 12 de noviembre de 2009

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Apátrida

El etnocentrismo es insalvable: nace y estarás obligado a anteponer tu enfermedad territorial por sobre la del otro. El etnocentrismo es el correlato patológico de la pertenencia. La nuez cascada del orgullo de ser cuando ese ser no es otra cosa que un ritual de decadencia. La diferenciación, ese bastardo que intenta abrirse paso en la familia, alimenta los salmos de las religiones políticamente correctas, los ritos y simbolismos con que distintos países disfrazan su odio. El etnocentrismo encara y desnuda la inutilidad de la sangre derramada en el pasado, al punto de urgir ahora la llegada de un integracionismo –más moral u romántico que realista– fundado en la aceptación de razas, credos e ideologías. Este hecho pone el dedo en la llaga ¿quién se equivocó? De llegar a triunfar la visión de apertura y tolerancia total, estamos ante un giro interesante, ante el nacimiento de una insurrección global, el odio individualizado, dejaremos el pretexto de la nación, la raza o las creencias y entonces sí, nos mataremos como merecemos: por nada. Los apátridas reímos a lo lejos.

lunes, 9 de noviembre de 2009

Canto global o queremos tanto a Blake


El júbilo humano retrata la tristeza del mar, el miedo del follaje y la tristeza del viento. El blanco de nuestra sonrisa proviene del negro de la vida. Hemos llegado alto para despreciar la hierba, pero la montaña replica y nos acalla. Le dimos luz al callejón, pero le quitamos brillo a la noche. El río se retuerce tras la ducha; tu limpieza es la sed de los lagos y la agonía de los peces. Cada paso augura una res destazada. La locura es el canto da una mente cansada. El silencio llega sin que se haya dicho nada. El hombre calla en la palabra divina y grita en la mundana. No eres eso que se ve, ni tampoco lo que ocultas, estás detrás de lo que descubres y delante de lo que amas. Llegaste solo, pero ese no es el destino del planeta. Tus lágrimas no llegarán a nube mientras tu llanto provenga de tu reflejo en el espejo. El árbol es la furia de la semilla, esperanza del pájaro y espada de la tierra, un columpio en su brazo significa una cadena. No dudes en matarte para ver a Dios, duda de vivir sin él. El demonio tiene la cara de un ángel, el ángel tiene un rostro humano, el humano suplantó al monstruo. Puedes perder, siempre y cuando la derrota sea otro comienzo. Una vitrina da comienzo a la vanidad, un bastón a la sabiduría. Un trono es el pozo de la humildad, un reloj un signo de cordura.

¡Este canto no remediará nada, pero me ah cómo me sana!

vuelo 630

I

No tengo fuerza para levantar mi lengua de su tumba de prejuicios. Mis papilas son como soldados caídos sobre la tierra quemada. Alzo la mirada para situar hasta dónde llegan mis ganas de quedarme quieto ¿Retenerme es un ejercicio de posesión? ¿cuál es el valor que resguarda la cicatriz de mi silencio? ¿cuál es el miedo? Más adentro, allende el núcleo que funde el espíritu, invisible gira un átomo de renuncia; el impulso bestial que da paso al choque de mis hadrones en el tubo de mi existencia ¿soy o no soy de este mundo atascado de muertos ilesos, de falsos muertos en vida? En la inmovilidad concurren todas las profecías, no como destino, sino como parada, no como castigo, sino como alivio, no como final, sino como punto de partida de y hacia lo otro.

II

La decepción no acaba con la magia, nos hace cruzar de lo blanco al negro en un salto no exento de temor y temblor ¿qué nuevo dios hace sonar los tambores de guerra? Una ceniza, una nebulosa mirando hacia ningún lado.

III

La caligrafía, la topografía, la cartografía, la orografía del azar. Un catastro de consecuencias. Una sección amarilla de vaivenes.

IV

¡Me da tanta pena ver al mundo girar sobre un pulgar!

domingo, 8 de noviembre de 2009

Recuerdo mis caídas
las veces que pensé volver la mirada para ver
el pan nuestro de cada indigestión

las sábanas como dunas
distendidas
sin un ápice de viento

la oscura discreción con que el silencio
va sellando las puerta
y detiene todo

Recuerdo el cielo
o la idea del cielo
bajo la cual me tendía para mirar el infinito
y cultivar estrellas en mis labios

-ahí el alma fulgía
en el resplandor
de lo divino-

formé universos
galaxias de amor
ardientes nebulosas
agujeros negros

hoy cuelgan del sendero
diversos avisos:
calle cerrada
obra clausurada
negocio en quiebra
desvío a quinientos metros

y no puedo caer
ni recordar más mis caídas.

sábado, 7 de noviembre de 2009

el diablo ilustrado....

I

Amo la idea del diablo como parapeto de la maldad humana. La utilidad del diablo radica en ser una distracción eficiente para evitar que la mirada se hunda en el alma del hombre. De tal forma, todo hombre es naturalmente bueno pese a que sus actos no respondan a la bondad. Un mundo sin el diablo sería tan penoso que obligaría a todo ser viviente a deprimirse ante la implacable verdad humana. El diablo se torna así en otro redentor, alguien que nos salva del abismo de nuestra naturaleza, alguien en quien podemos depositar la pesada carga de nuestra brutalidad: el responsable de todos nuestros males. Y entre lo divino y lo malvado, la responsabilidad abandonada se agita como un insecto en el agua, el mediodía de la vida se va opacando por la nata de la displicencia. La vieja-nueva libertad desmoronándo-se-nos.

II

Cierto tipo de sonrisas son un escaparate del infierno: te queman a llama lenta. Puedo ver lo maligno en los ojos más bellos porque no logran diferenciarse de la bondad. Cada palabra posee un demonio peculiar, como aquella que, rica en cinismo nos aproxima al sueño andrógino. Los deseos y el azufre son como la esperanza y la realidad. La tortura y el castigo comienzan en la oración y la oración termina con la acción. No necesitamos tantos infiernos como Dante los planteó, requerimos uno solo, pero que sea honesto.

III

He llorado frente a un perro al confundirlo con un dios. Puedo ponerme de pie en un segundo siempre y cuando mi caída sea definitiva, antes no, antes de eso seguiré escarbando en este abismo existencial.

IV

Más sabe el diablo por facebook que por diablo.

V

Si el bien es tangible y el mal intangible, vivir es un sueño

viernes, 6 de noviembre de 2009

el hombre y la nada

Hemos estudiado al hombre desde ángulos tan disímiles que a estas alturas resulta imposible no considerar a la defunción como la categoría integradora por excelencia del ser humano. Nacer y morir son los únicos hechos que nos igualan ¿para qué desgastarnos en exhaustivos análisis del ridículo episodio llamado vivir? Lo común de estos dos sucesos es la nada. Al recién nacido y el cadáver los une la desposesión y luego la descomposición. La cultura es la descomposición en vida. Proceso sin el cual un humano sería incapaz de reconocerse un esclavo necesario, un militante inconciente de los rituales de su era. La putrefacción es el proceso final de la descomposición. Luego el espacio entre las nadas, es un subterfugio de la esperanza convertido en condena y frustración: la historia. ¿Qué se puede esperar de una especie cuyos saltos cualitativos y cuantitativos se miden en función de la innovación y cómo olvidar que la consecuencia de toda innovación, es un retroceso, una máscara que enseña un solo lado? La sofisticación científico-tecnológica es tan solo un atenuante del objetivo ulterior: el poder, el control, la explotación. Fuera de esto, todo es anómalo. El arte, la política, la filosofía, la religión, la revolución, son esas fallas, esas fugas que tanto consuelan a la humanidad. La posibilidad del cambio es necesaria para evitar el suicidio masivo y esto lo saben quienes dominan. Sea pues, usted una nada responsable de sí misma y muera en paz.

jueves, 5 de noviembre de 2009

genética, naturaleza y hombre

Observo en la esterilidad un rasgo de inteligencia genética. En el futuro hablar de naturaleza humana será contranatura. Un arcaísmo que sonrojará a la frígida biogenética. Cuando el hombre dice dominar la naturaleza le brota el orgullo por doquier. Luego, cuando la naturaleza responde les llama desastres, catástrofes y toda una serie de eufemismos para encubrir su responsabilidad. Hoy por hoy lo que nombramos como inteligencia es un artificio, una modalidad predatoria, un signo de la extinción del futuro, la contradicción de la supuesta fuerza vital que impulsa a la especie a continuar. Ergo la inteligencia es la antítesis de la vida. Cada idea difundida le cuesta al planeta árboles, o en su defecto, emanaciones producidas por hidrocarburos. La caldera global.

martes, 3 de noviembre de 2009

Contra la escritura

Odio a quienes escriben con letras mayúsculas y en negritas, definitivamente producen ideas pequeñas. Escribir no es ningún arte es una denuncia y mientras más violenta mejor. La poesía no debe tener destinatario, ni utilidad, ni estética, debe representar la rabia misma de estar vivo, de lo contrario convierte al poeta en algo así como un elevadorista sin talento. La religión pierde más adeptos por la literatura de ficción que por los ateos. La realidad produce más y mejores monstruos que un cuento de terror. El cronista de la nota roja, de la noticia sensacionalista tiene más virtudes que un Stephen King. La inutilidad del ensayo radica en su propia categoría. Ensayar es tener licencia para el equívoco y vender ese equívoco como una idea original es un negocio redondo para espíritus cuadrados. El ensayo es la ficción de los nerds. La novela, en el mejor de los casos, es una nostalgia burguesa para seres extraviados que necesitan ocupar su tiempo y desocuparse de sí. Leer una novela es como dejar a tus neuronas en manos del crack. El cuento, ese género degenerado, prueba inequívoca de una época que requiere producir y consumir a la velocidad de dos páginas. Los libros de texto, instrumentos de alienación para uniformar el fracaso cultural de un pueblo, al tiempo en que lo inician en el sagrado proceso de tortura psicológica llamado aprendizaje. Los textos de divulgación científica, tacañería intelectual, consuelo de esposos mediocres y de padres hartos, un subgénero de la ficción que literalmente saca de su realidad a quien lo lee. La prosa es el más bajo instinto de la literatura, una buena prosa te hace prescindir de una esposa. Las revistas, paseos accidentados por el estrecho pasadizo mental de un editor. Leer revistas equivale a colocarse un cinturón de castidad con el pene adentro. Leer o escribir en un periódico es lo más insensato que existe. Los periódicos son el paraíso del hubiera. Un diálogo de muertos. La crónica es un chisme elocuente, adicción de onanistas insatisfechos y voyeristas certificados. Los cómics, esos parásitos de las librerías y puestos de revistas ¿cuántos retrasos mentales les debemos?

Por todo esto, no escriba, ni lea. De preferencia, viva. Si esto no le es posible al menos evite publicarlo o leerlo.

el cyborg emergente...

La idea del cyborg ha rebasado la intervención física para expandirse vía satélite. Sentimos por medio de impresiones. La existencia humana ha sido tomada por asalto por una prótesis virtual. Ser y estar ya no son situaciones, sino conexiones. No son elecciones, son atajos. Ya no significan, simplemente afectan. Presencia y ausencia se imbrican en un despliegue tecnológico que permite no ser; de hecho nunca antes no ser fue tan sencillo; ni tampoco permitió una construcción social y cultural como la que vivimos. La sensación ha mutado, todo es tan real y tan falso que requiere una descomposición más precisa y constante. La era de la realidad pasó de golpe. Asistimos a la consolidación de la imagen y a la muerte del dato. Estamos en la era del conocimiento inútil, de la experiencia vacía y del inmediatismo catarquico.

lunes, 2 de noviembre de 2009

En defensa de la indiferencia.

I

Si atendemos la sospecha de que detrás de cada ser humano existe una dosis de demencia, tendríamos que hacer de la justicia una categoría clínica y de la ley una telaraña lo suficientemente capaz de soportar el peso de las inevitables caídas del espíritu. O bien, la indiferencia.

II

La humanidad se ha equivocado al situar la indiferencia en un escalón bajo ¿se puede superar la compasión con la que un ser humano pasa por alto la realidad de otro sin siquiera parpadear? Un ejemplo de ello es la vecindad. En el instante en que toleras los gritos y escándalos de tus vecinos, estás curado, pasas a formar parte de una comunidad superior donde no existe la enajenación respectiva. Has instaurado una muralla impenetrable y desde esa altura, ningún eructo, por más fuerte e imponente que se presente, podrá perturbar tu calma. Ya no eres humano y para tu fortuna tampoco los otros.

III

En la resaca de las ideas cualquier regurgitación reclama su espacio como epítome de lo dado. La vulgaridad y su sombra (la secularización) combinados con resabios técnicos, le regalan al mundo versiones de sí mismo donde la fractalidad ha terminado por volverse ameba, desgaste del córtex, tributo a la mediocridad, bromas con pretensión legislativa. Paseos todos del principio del milenio; gracia simple del tiempo que trascurre sin que la humanidad avance respecto a lo que alguna vez consideró obras maestras. Así es como el derecho consagra la estupidez y urge la indiferencia.

IV

No pocas veces la debilidad hace su trabajo y la roca se desmorona, el hierro se oxida y todo lo corrompible encuentra su destino más allá de barnices, recubrimientos de asbesto y otros cuentos. Cuando eso sucede se verifica la evolución, se ensancha la civilización, muchos muertos suspiran en sus tumbas y el individuo –esa veleta ajetreada por mil vientos –descubre el poder de la vengativo y negativo de la justificación.

V

Justificar. Palabra que parece derivar de justicia o que al menos comparte un prefijo. Consultemos la RAE; en su segunda acepción indica “rectificar o hacer algo justo”. Iustificare. Lo recto impide la flexibilidad. Un cuerpo recto es rígido. Una idea rígida es como un cadáver. Luego, lo justo aprieta, ciñe, calza. La justicia y la justificación son formas de estrechamiento. La humanidad empacada, embutida, ceñida en límites donde no se reconoce.

VI

Los antónimos de justificar son: inculpar, acusar. Todo está dicho, la humanidad es una sopa de linchamiento y pena, predispuesta a culpar o victimizar, eternizarse en un círculo de dolor.

VII

Es lo que digo: indiferencia. O sea, libertad verdadera. El otro existe, sin ti.

domingo, 1 de noviembre de 2009

Vans: he ahí una idea moderna de tractor

de vez en cuando voy. de vez en cuando el camino es una hoja lisa. de vez en cuando no está mal ver las cosas en blanco y negro. de vez en cuando soy cuadrado e instauro una topografía cuadricular. de vez en cuando mis pies se emparejan y andan uno al lado del otro como si fuesen del mismo cuerpo. de vez en cuando una imagen dice menos que cien palabras.