viernes, 9 de julio de 2010

Antes que suceda



Antes que suceda –sí es que sucede –veremos cosas que nunca antes. No. No las veremos, las veré, Yo, en mayúsculas y de pie. Por ejemplo, la reversión de este siglo en la crisálida. El poder edulcorante de un molusco, nadando inquieto en mi café. Veré también el florecimiento de las piedras en un campo de ópalo. Lloverá de abajo hacia arriba y lo que caiga del cielo no será el fuego del señor, si su ego.
Todo esto sucederá.
Yo seguiré mordiéndome las uñas. Mis ojos estarán ciegos de tanta lagaña disecada. Se me habrán doblado las muñecas por el peso del reloj. Me volverá a crecer el pelo que sistemáticamente depilo de las orejas. Se me caerán los dientes y así me quedaré, para que la sonreír piensas que estoy haciendo una real y auténtica cara de idiota.
Luego entonces, cansado de esperar que suceda, no recordaré más lo que espero. Habré llegado al cielo, ese cielo que desde siempre me ha batido las alas, en la frondosa inercia del olvido.
Vaya que sí.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Mientras espero olvidarme de mí, encuentro la forma de recordarte.

Ana

Aquí su pendejo dijo...

He ahí una dialéctica intachable.

La Otra Maja dijo...

El cielo es lugar re común!
No llegues ahi, demasiado ordianario!

Quémate en el fuego al que aspiramos algunos, y no llames al molusco que razón no tiene.

bso.

Aquí su pendejo dijo...

El olvido es el cielo maja y ahí también arde todo.

Bio México dijo...

luchar contra los propios sentimientos...y aunque hay alas en el alma quien decide...ya sabes quien es.
Saludos!