Tejer la libertad para librarnos del tabú. Inventar esa y otras alas. En fuga, en Bach, en el caldo de amor que llueve del firmamento. En las marcas que entreveran un paisaje interior. En el inventario de giros llamado tiempo-espacio y que sombríamente nombramos historia. En el desconocimiento absoluto del absoluto, que nos deja sembrados en una paz pedestre pero genuina. Tejer una libertad al margen de la que ha sido proclamada con y por el ruido del fusil, en el eufemismo malsano de una existencia colectiva que nadie vive, ni siente; en el hipnotismo político de una clase dominante que guarda para sí los granos más sabrosos de la podredumbre. Sostener esa libertad con las manos, tomarla, besarla. Darle su verdadero tiempo-espacio a tu lado.
Hoy defino mi libertad como tu capacidad de entregarme tu amor hasta la muerte.
2 comentarios:
Que magnifico, petiforro, amaneciste hoy.
Abrazo.
ei...
Cronco deleznable...
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