Hoy, no debió ser más que la hoja seca.
La hojarasca y la hoja crujiendo.
El ruido caído bajo el talón.
Los pies caminando en veredas sucias.
La luz en estado de mucosidad.
La hora seca,
crujiendo con el ceño enfermo
de tanto domingo.
Una baba de demiurgo.
Un presagio.
Hoy debió ser ayer o mañana.
2 comentarios:
La melancolía enferma del domingo. ¿Por qué es tan complicado asomarse al abismo?
Un abrazo, mi domingo también fue así.
Un poco por su inmovilidad. Su no ser siendo. La forma en que potencia el tedio de estar con uno mismo.
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