viernes, 20 de agosto de 2010

La enfermedad más perfecta.

Tengo los síntomas de un ser vivo. Me desangro. Moqueo. Abro los ojos y me impregno de suciedad. El movimiento fluye. Toco y siento. Eventualmente soy razonable. Reproduzco uno a uno todos los procesos de un ser viviente: alimentarme, reproducirme, defecar. 
Estar vivo es sospechosamente sencillo. Vivir es una inercia colosal. Existir puede llegar a ser una broma de mal gusto. Estar: en, por, para. El otro no es un milagro, es un esfuerzo de mi fe. ¿Quién pasea su desnudez en mi jardín imperfecto? Hay miles de millones de hipótesis. Todas incorrectas. Todas, parte de la sintomatología. 
La realidad es nuestra enfermedad más perfecta. 

2 comentarios:

Unknown dijo...

vivo mi cuerpo como un laboratorio. estoy enferma y no es de vida, es curioso estar enferma y que no sea yo misma quien lo haya diagnosticado.
mientras tanto, vívase a la vida por mí, que la veleidosa, me deja.

Aquí su pendejo dijo...

Vivir es una inercia colosal, querida Analía. Abrazo.