viernes, 25 de junio de 2010

Viaje el fondo de tu pelo


El viaje tiene su propia cabellera: lineal e incesante. Me pregunto ¿El viento saluda la raíz desde la copa del árbol? Un suceso acampa en otro cuadro vegetal. Afuera, un demiurgo reina detrás del caos.
¿A fuerza?
Hoy te invito a esta pieza turística desconocida: mi habitación. Un eco de mí, habrá de hablar de nosotros –jamás por nosotros. Tú –muda– encima de sueños confusos, dejarás que la piedra ruede.
Quizá, lo que fuiste no tiene respiro debajo de esa cobija roja y rota. Lo que soy cabe ahí, en el ojo de la hormiga: no la pises. 
Sé que nunca estaremos a mano. No nos debemos nada, sólo ser felices. Pero así es el viaje. Comienza en un cabello tuyo. No debe terminar en la punta de mis dedos: ellos ya vienen de regreso.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Viajes sin regreso, sin destino, somos trayectoria.

Bestia buena dijo...

Vengo a decir que he leído. Pero que siento que los comentarios sobran en letras como estas a las que la presencia les sobra.

He leído, pues.

Hola.

Aquí su pendejo dijo...

Yo también: te leí.
;)