jueves, 29 de septiembre de 2011

Juegos que juega la nada.


Hay que dejar que el espacio juegue su juego de estrechar o expandir el universo a sus anchas. Hay que dejar que la sombra se arrastre bajo el talón mientras intenta fijarnos al camino. Hay que caminar sabiendo que el paisaje en sí mismo es una forma de perdición y también de encuentro. Hay que desencontrar para ser, y ser para desvanecerse.
Ahí y no en otro lado respira el conjuro. Ahí, la nada desdobla lo vivo y vivir desdobla el absurdo ¿qué eres, qué soy? Un lento desmembramiento del tiempo y el espacio. La colisión de la arena. Lo que oculta la belleza cuando se aleja de su representación. Somos, si acaso, una forma de desprendimiento de nosotros mismos.
Un olvido que se verifica sin palabras. Un corpus que se reconcilia con el espejo. Una forma de lamer la vida.
Un disparo.
La soga.
El cadáver ya redimido.

2 comentarios:

Adry dijo...

"Hay que desencontrar para ser, y ser para desvanecerse..."
Qué maravilla todo,si...

Carlos Zarzalejo dijo...

La muerte...la muerte....