Hay
que dejar que el espacio juegue su juego de estrechar o expandir el universo a
sus anchas. Hay que dejar que la sombra se arrastre bajo el talón mientras
intenta fijarnos al camino. Hay que caminar sabiendo que el paisaje en sí mismo
es una forma de perdición y también de encuentro. Hay que desencontrar para ser,
y ser para desvanecerse.
Ahí
y no en otro lado respira el conjuro. Ahí, la nada desdobla lo vivo y vivir
desdobla el absurdo ¿qué eres, qué soy? Un lento desmembramiento del tiempo y
el espacio. La colisión de la arena. Lo que oculta la belleza cuando se aleja
de su representación. Somos, si acaso, una forma de desprendimiento de nosotros
mismos.
Un
olvido que se verifica sin palabras. Un corpus que se reconcilia con el espejo.
Una forma de lamer la vida.
Un
disparo.
La
soga.
El
cadáver ya redimido.
2 comentarios:
"Hay que desencontrar para ser, y ser para desvanecerse..."
Qué maravilla todo,si...
La muerte...la muerte....
Publicar un comentario