miércoles, 22 de septiembre de 2010

Otoño

Las uñas caerán del árbol de la caricia. Nos inventaremos una piel a prueba de claroscuros. La calle se irá inundando de esqueletos. Caminaremos sobre sus huesos. Las hormigas tendrán cobijo. Un perro languidecerá frente a un puerta. Una ventana se asomará hacia el punto más gris de la mañana. Los libros viejos rejuvenecerán en sus estantes. El polen será un polvo moribundo. Los niños se verán más gordos que de costumbre. Habrá dulces siestas. Los osos dormirán. El café será más tierno. Las manos se agruparán como una manada frágil en torno al fuego. Nos diremos cosas tales como "acércate más, amor... frótame el alma...". Pediremos más cama, noches más largas, árboles más tétricos. Nos amaremos estacionalmente porque, llegado el invierno seremos uno. 
Mientras tanto bajo mis párpados todo es Otoño.

4 comentarios:

Darinka Rodríguez dijo...

Ojos de equinoccio, párpados como telones a punto de cerrarse.

Hablas del otoño como si fuera tu soplo el que cerrara las flores y suavizara las sombras...

Aquí su pendejo dijo...

Qué hermoso lo que dices Darinka....
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Darinka Rodríguez dijo...

Pensaba en otoño y su lluvia, como si quisiera prolongar el verano.

Y gracias a ti, por escribir estas cosas. Te leo de modo silente y sin hacer mucho aspaviento.

Aquí su pendejo dijo...

:=)