martes, 14 de septiembre de 2010

De otra relatividad


El mundo es lo suficientemente relativo como para exigirnos llegar a tiempo. La botella se curva en un tiempo alcoholizado. Elevo la voz para hablar con la copa de un árbol borracho de sol. Fumo desesperadamente en los linderos de una fogata que está por apagarse. Veo la hora y siempre es puntualmente tarde. 
Impelo a la penumbra, sólo para confirmar que la noche brilla por su ausencia –es un tatuaje de fotones malogrado. Este es el momento justo para decir: da lo mismo. Y que lo mismo sea distinto. Y que lo mismo, si quiere, se presente. 
Que lo mismo, en su mismidad me contagie de quietud e inercia, porque, ¿Para qué más está uno en la vida sino para ser arrastrado por la corriente?.
Aunque la corriente misma no sepa si viene o va. 

1 comentario:

Anónimo dijo...

You play flash games? If you play flash games and are looking for free flash games then ping me.