jueves, 8 de septiembre de 2011

Ventana.


La ventana es encuadre de la fuga. El ojo se ajusta a una geometría específica que desajusta el horizonte, al tiempo en que reajusta la realidad. Cualquiera de nosotros es una ventana.  Las hay que, debido a su posición no pueden mirarse. Hay otras que se estudian sin mediar palabra, por días, semanas y años, solo porque se tienen de frente. La mayoría de las ventanas tienen el corazón de cristal. Basta el estallido de una piedra, el vuelo equivocado de un ave o la invasión silente del frío para quebrarlas.
Yo llevo una ventana adentro, una que el ojo no atina a abrir o cerrar, una que nació sellada o rota.
La cuestión es que nunca me he asomado a la vida por ahí, solo al dolor.
La cuestión es que quizá se trate de algo más que una ventana, pero eso, nunca lo voy a averiguar.

1 comentario:

Adry dijo...

"Yo llevo una ventana adentro, una que el ojo no atina a abrir o cerrar, una que nació sellada o rota." leerte es asomarse a una ventana, q nunca se sabe a q jardín maravilloso da... Beso!!!