jueves, 15 de septiembre de 2011

Ahí les dejo esto, patriotas.


La idea de “nación” es una respuesta humana respecto a la sensación de orfandad universal. Somos nada, dicen, e intentan remediar tal carencia creando más nadas.
Detrás de los mitos históricos están las pugnas de poder de los grupos hegemónicos de la era. La miseria humana y no la justicia ha creado la “identidad” de los pueblos. Un manto protector que les permita situar su decadencia bajo unas siglas que diferencian su grado de animalidad respecto de otras: México u otra estupidez igual de rimbombante.
Los habitantes de los territorios compran los mitos, como antaño compraron la idea de ser hijos de Dios. Débiles mentales, tristemente necesitados de certezas y de tablas de salvación, convierten al mundo en una parcela de odio y exterminio. Dios y el nacionalismo son las mayores fuentes de exterminio humano, envidia de los virus y bacterias.
Claramente la necesidad de contar con eso que llaman patria es de orden práctico: organizar a las bestias para garantizar el futuro de la especie, producir, consumir. Somos mano de obra al servicio de una idea hueca. Para colmo, la incapacidad de entender que por encima de la idea de nación, está la idea del hombre ha revertido los patrones de convivencia bajo un invento suntuoso y lleno de prejuicios: la identidad cultural.
Después de esto último, se consagra otra tragedia: el otro como souvenir cultural, la diferencia como pieza museológica, la alteridad como parte intrínseca de un zoológico abominable.
Coma, cague, ame, baile. Encuentre la belleza y no la patria.

1 comentario:

Anónimo dijo...

"La patria es una ficción, un pretexto de los que no se animan al mundo, que es la verdadera casa del hombre, la patria es una desgraciada invención de los hombres...

... es un peso que agobia al hombre, como el Estado es la teta donde maman los ciudadanos pero el cáncer del hombre. Los países son abstracciones aprovechadas por los políticos y los militares, que son peligrosas abstracciones que dividieron, y dividen, a los hombres en clases sociales, colores y dogmas."

Facundo Cabral.