sábado, 3 de abril de 2010

insomnio

Insomne. Prófugo. Con la retina como un sello abierto. Habitante de nada. Hombre hundido en el hombre. Nombre que ya no tiene sentido. Vida ininterrumpida y falsa. Lápida que late y fuma. Toxina diletante de una ciudad que duerme. Entidad desparramada en la mesa, junto a las cucharas y un pan seco como el rostro de un mamut. 
Insomne ¿De aquí a dónde? Afuera hace frío. Veo la suela del cielo que pisa mi patio y quiero ser hormiga. No hay nada. Ni un mosco con pretensiones de Airbus sobrevuela el silencio y su larga pista de aterrizaje. Hombre aquí, y ahora es nunca. 
Si no duermo, lo único que cambiará es el tono de la nada. Llegará el sol y a falta de gallos el ruido de una motocicleta. 
Mis ojos de vidrio sabrán que no ha pasado nada. Aunque yo no siga aquí.

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