lunes, 8 de febrero de 2010

El viajero y su sombra

Desearía que cada vez que no sé qué escribir, el texto comience diciendo "no sé qué escribir". Luego entonces hablaría de esta tarde que comienza a ponerse fría. Diría que la ensalada de espinacas y panela encontró su lugar muy adentro de mi estómago. Que es la segunda vez en el día que consumo un producto derivado de la naranja. Que no he querido fumar y sin embargo lo he hecho. Que deseo fervientemente un buen café. Que el teléfono chilla y lo dejo moquear como a un niño berrinchudo. Que a veces sueño con desmontar el teatro y dejar que los espectadores vean un agujero negro. Y confesar que me he subido a ciegas a un tren nocturno y que el viaje es largo y que el viajero, viaja con su sombra -Nietzsche dix it.