lunes, 25 de octubre de 2010

Silencio erógeno. Di aire o fuego. Abrasa. Quema dos. Doma, salta. La mano no es más que un ave ejemplar. El beso. Lo que viene. Tantas pistas, ningún camino. Me pesa tu labio. Su no caricia. Insinuación de piedra. Aquí las cosas son tiza, dibujos efímeros. Ese muro, porosidad extrema, es tu cabello que duerme. 
Te leo, te escucho, te pienso, te vivo. ¿Cómo le haces para que todo sea tú y tú sigas tan nada?

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