sábado, 12 de diciembre de 2009

breve en tres zarpazos

I

Mi paz proviene de saber que detrás de lo humano nunca hubo ni habrá magia ni secretos. Mi mayor lucidez es saber que en tal planicie todo se resbala. El abismo y la trascendencia pertenecen a un mismo protocolo. Ante tanta transparencia es fácil apreciar en toda su magnitud los rituales de decadencia y saber que mi fe en la vida se convirtió en secreta demencia, magia conjurada y que mi distancia con el hombre de ayer, de hoy y el de siempre está zanjada de raíz.

II

Y ahí vamos en el agua triste del delirio, despojando el sedimento, mordiendo la raíz del vómito. No es casual que un día despertemos bajo preguntas y el frío nos envuelva y devuelva al ovillo.

III

No hay razón suficiente para calmar el apetito humano; una compulsión innata le guía hacia la inacción desde la acción.

1 comentario:

Adrián Naranjo dijo...

El II es genial che, des-hace todas tus otras cátedras.
Por cierto, acá llueve otra vez.