viernes, 29 de enero de 2010

Página cuatro

  • No hay que confundir la mala suerte con sus recaídas, el parto y su desembocadura.
  • Ser un trotamundos, lo viejo. El cibernauta, lo nuevo. Ir, venir: de cualquier modo ya no hay mundo, sólo aldea. Pulsar es lo que cuenta –y cuánto. Del dedo al espacio, media una huella: el reinado de los unos y los ceros.
  • La simpleza y el patetismo convertidos en cultura ¡hágase la identidad colectiva!
  • La lápida es un signo concreto de civilización.
  • Desde siempre, el destino de la masa fue ser tortilla.
  • La nada, el dolo de lo tangible.
  • La decepción no pertenece a la mirada sino a la idea de mirar.
  • Creería, pero mi fe no me lo permite.
  • El macho se consuela pensando que su fuerza y su futuro descansan en su entrepierna.
  • Luego de ver a un indígena atragantarse, caí cuenta de que ante todo, la exclusión tiene un principio estético.