sábado, 2 de enero de 2010

la red es el nuevo Masai Mara

Toda forma de consuelo expresa uno o muchos hábitos equivocados. Por ejemplo, ser el tuerto en la tierra de los ciegos. Esa condición implica una discriminación tácita entre un hedonista por exclusión y la tribu anodina que lo sigue. Vanidad en conservas y autoexclusión asumida. Sin embargo resulta imposible resistirse al show de la autodenigración; detrás del aplauso vive el lujo del cretino, la habilidad del cínico y la medida del tonto ¿dónde te ubicas tú?

Los unos convertidos en cerdos, los pocos en porqueros. El mundo es la granja, el cielo el matadero. Más que una visión, hablamos de una revisión: el pasado es el futuro. La mayoría seT rigen por el hambre: de ser o pertenecer. Así las cosas, la lógica binaria del hombre se lleva a la red: argucia perfecta, encuadre sin igual. 


Civilizar es adecuar nuevos artilugios para viejos vicios, pero no hay diferencia de fondo entre las enfermedades del hombre de ayer y hoy. 
La tecnología será la superficie para que unos y otros desplieguen su orfandad. Nada más y nada menos. Intocada queda la herida, la huella de la especie. Las naturalezas primarias así funcionan; claro está no cambiarán. Se postrarán ante el rayo, ante el sol. Erigirán en torno a ello un culto. 
¿De qué otra forma comprender, explicar y justificar "lo que sucede"?

Ante la inercia no hay antídoto, ni reacción: alegre sumisión.
Más que lógica, proceso básico. Lo básico más que adjetivo, descripción de Una plataforma. La plataforma una repetición ad nauseam de nuestra tragedia. Asistir al tuiterpastoreo en la extensa llanura de la red. Procesión voluminosa de Ñus con teclados. El Masai Mara del ciberespacio. Un solo león al acecho significa peligro, pero nunca es suficiente para mermar al rebaño.

1 comentario:

Nice to MEAT you dijo...

http://nice-to-meat-you.blogspot.com/