jueves, 19 de noviembre de 2009

Rabia...

  • El ritual de la sangre es un acorde de la injusticia. Bailan los muñones de un mundo cercenado.
  • La historia es un pleonasmo de la indiferencia. He ahí su verdadera referencia.
  • Dime qué país tienes y te diré qué arma necesitas.
  • En un mundo donde la razón no es un argumento válido y dónde la locura se sustenta, lo único que queda es esperar el derrumbe.
  • La evidencia vende, pero causa invidencia por la vía de la normalización.
  • Si no somos estúpidos, ni nos hacemos, o somos felices o conformistas.
  • Un pueblo nace cuando lo territorial y lo simbólico concurren con lo necesario. Esta vinculación es crucial para oxigenar la identidad y fortalecer la pertenencia.
  • Las revoluciones provienen de una conciencia súbita –del infarto institucional y la enfermedad social. Las transiciones de una conciencia procesual –de la práctica ciudadana y de una cultura política saludable. Hay que temerle a la conciencia súbita. Hoy en eso andamos.
  • Sólo acepto hablar de arte con personas que me desagradan ¿no es eso una intervención estética de primerísimo orden?

1 comentario:

Adrián Naranjo dijo...

No vamos a ninguna parte petiforro, no sabemos ir, propiamente dicho.
Por eso nos inventamos ficciones, por eso nos aferramos a lo que nos contamos, a lo que nos dijeron, por eso fingimos no escuchar, aunque luego repitamos la letanía, por eso nos hartamos, porque sabemos. Deep down. Sabémos.
Aunque elijamos soberanamente, que luego...
Ya ves al pobre imbécil de Cioran.
Chingada madre.