martes, 17 de noviembre de 2009

primera persona, singular

Soy la playa que espera tu ola. La punta del árbol que se alegra cuando pasa tu huracán. La brasa quieta que arde para ti. Soy el calor en el interior del glaciar. La horma que te reclama de noche y de día. Soy estos brazos que llevan tu nombre y tu signo. Soy el peso que aplasta tu vientre mientras gozas. Soy el signo que inventan tus sueños. Soy la palabra que pensaste. Soy el río sin desembocadura que te ciñe a la tierra. Soy el pecho donde tu piedra se hace risco. Todo y nada. La moneda idéntica a sí misma. El giro.

1 comentario:

Adrián Naranjo dijo...

Ah! Que barbáro, buenazo!