Tuve que escuchar Perfect day de Lou Red para regresar mi resto de vida a su lugar de origen en una escama de mi cerebro. Cuatro minutos eternizados en un claustro sin ventanas. Cuatro minutos donde callé para atestiguar que la existencia es un robot irreparable.
No sé si sentarme o caer por oficio. La costumbre de besar el suelo me proviene de pensar que ahí está el cielo. Yo no sabía matar con palabras, sólo he querido dar vida con ellas. Pero la muerte y la vida de la palabra no es más asunto mío. El signo me carcomió. La imagen me sorbió de golpe. Los paisajes sucumbieron en un ocaso imprevisto.
He muerto y vivido en lo escrito y en lo leído: deletreándolo, subrayándolo, poniéndole una mancha amarilla con marcatextos. Lo vivido fue y ha sido como un arma descargada. Sólo servía para infundirle temor al presente, nunca para amenazarlo de muerte.
¿Sentir o no sentir? Explicarme es cosa de caníbales que quieren a toda costa morderse. Es ponerme un chaleco antibalas en época de paz. Mejor sigo callando, mientras se agotan los minutos y Lou Red parece resignarse diciendo: You're Going To Reap Just What You Sow.
O no hacer nada, y seguir con mi edema espiritual cumpliendo su misión, al tiempo en que la vida me da un tiro por la espalda.
Fucking perfect day.
6 comentarios:
Elevas a una dama vestida de oscuridad, muy lejos. [la noche]
Ei.
"La costumbre de besar el suelo me proviene de pensar que ahí está el cielo."
Doc, es usted un grande. ¿Nunca ha publicado algún texto literario?
Por cierto, este se convirtió en uno de sus posts favoritos. ¿No le puedo poner estrellita?
Je. He publicado en algunas revistas. Libros no. Hay uno en proceso, un proceso que ha sido tan lento como la formación del universo y que quizá comparta su mismo destino: no ver la luz. Gracias por la estrella.
y ¿cómo saber lo que la luz ve?
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