Sexto Empírico no está para decirles ἐποχή. Tampoco está Husserl para verificar fenomenológicamente esto que pasa y no pasa. Ustedes no escuchan ese piano hondo y doloroso de Chopin.
Ustedes no beben por octava noche consecutiva de un vaso infectado. No fuman en silencio. No se desprenden de si mismos. No están desapareciendo bajo capas eléctricas. No se expanden, ni se contraen. No acallan el mundo.
¿Quién es ese ustedes, ese allá afuera, ese cristal que de romperse comunicaría el no mundo en su entraña peculiar? Los borradores de la bruma prosperan. El ansia amaina. Un cortejo de ausencias ocurre. Me quedo en el rincón más cómodo.
Ustedes no beben por octava noche consecutiva de un vaso infectado. No fuman en silencio. No se desprenden de si mismos. No están desapareciendo bajo capas eléctricas. No se expanden, ni se contraen. No acallan el mundo.
¿Quién es ese ustedes, ese allá afuera, ese cristal que de romperse comunicaría el no mundo en su entraña peculiar? Los borradores de la bruma prosperan. El ansia amaina. Un cortejo de ausencias ocurre. Me quedo en el rincón más cómodo.
Hago una Epojé, de esas que requieren más humo y noche.
6 comentarios:
Viva la ἐποχή pseudoconcreta!!!!
Saludos temblorosos desde mexicali...
Guillermo....
¿Cómo están por allá? Leí que ha comenzado la reconstrucción. Va un abrazo fuerte y mis mejores deseos de que todo mejor.
El Epojé me pareció un plato suculento. Como para acompañar con bebida de otra vida.
Aunque más simple, antes que un epojé, se me aparece el silencio.
Fue una de las cosas que más enigma me causó en mi época de estudiante. Un profe jesuita la usaba como recurso ilimitado y para toda ocasión.
enigmático el humo. siempre fue así.
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