La suerte fue echada. Un disparo en la arcilla, disparo mudo, como de letra sofocada por la borra del lápiz. La costilla del absurdo intentó animar un sueño; la miseria creó una alimaña, patraña simple de un estafador del alma. Siempre habrá una forma de decir, NO, yo no soy el injerto de un brujo milenario; yo no soy la tiza desparramada de un diseño, que en su perfección sentenció la contradicción de vivir imperfectamente; yo no soy una cuenta del largo rosario de pamplinas; yo no vengo de ese trino, ni de esa ave disecada y multifacética. El tiempo ha vuelto demente a quien ha intentado detenerlo. Se ha dicho "vive"; se ha dicho "ama"; se ha dicho todo y nada. En ese decir quedaste mudo, doblado, enhiesto. De otra forma habrías intentado volar.
La amable explosión esta
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La lenta, casi imperceptible marcha de todo continúa en sus revoluciones y
sus inescapables giros. No hay manera de saber cómo, pero es ineludible el
he...
Hace 3 años