No existe el día perfecto. Los tragos resbalan y se van. Nada llega al fondo, ni siquiera yo. La plegaria ronda un "tenme en ti". No podemos, podamos el silogismo hasta desnudarlo en su unidad racional: no puedes ¿Qué somos? Algo qué acomodar. Y sí, en esa palabra hay sofás, hamacas y una playa vacía. No todo lo que ves, será. Escuchas el resto de una palabra que no tuvo violencia. Fue, en todo caso, una palabra que te quiso; una palabra que intentó hablarte al oído.
Jodido Lou Reed.
O quizá Elliot Smith.
La amable explosión esta
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La lenta, casi imperceptible marcha de todo continúa en sus revoluciones y
sus inescapables giros. No hay manera de saber cómo, pero es ineludible el
he...
Hace 3 años
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