Que sea voz, en vos:
un toque eléctrico.
Que suene como un timbal
y retumbe en la punta del aire.
Que aflore ignoto
de labios imprecisos.
Que acalle diciendo.
Que diga callando.
En tanto
busca el libro
–en su hoja hay otro árbol.
2 comentarios:
¡Ay!
¡Uuuy!
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