sábado, 29 de mayo de 2010

Ecce homo

Heme aquí: simple humano simple. Pienso "Ecce homo". Pilatos versus Nietszche. Lo tengo tatuado en mi antebrazo derecho. El hombre. Un nombre me rebasa. Debo detenerme cada tanto: el camino se bifurca en sin sentidos. Tampoco quiero los resentidos. Ecos tales, de voces huecas. La oquedad es lo de menos. Una subasta de espacios vacíos. El sirio solitario que arde en mi pecho. 
No. 
Pronuncio veleidades. Es decir, regalo la verdad. Ustedes saben, no estoy aquí. Las palabras están delante. Yo no sé dónde quedé. Llegué a la pantalla y enmudecí. Ahora callo y los dejo hablar de mí.

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