Deja que la piedra duerma en su dureza. Permite a la astilla entrar sin dolor. Urge a la flama a abrasarlo todo. Observa al sol en su travesía suicida. Mantente detrás del muro que cae oscuro y sigiloso. Prueba la muerte mientras vivas, te hará eterno mientras dures. Despeja el alma, es la tierra del cuerpo. Sé como el sepulcro: mira directo al cielo. Imita la tenacidad del átomo. No dudes, tampoco afirmes. La contemplación es la paradoja de la interiorización: mientras más afuera mires, más adentro llegarás de ti mismo. Toma en tus manos la promesa de un vacío: llenarás más vidas en la medida en que lo falso se vacía. Nos busques el brillo, quedarás cegado. Sé como las estrellas, la distancia las dota de intermitencia, pero ellas arden sin pausa y para sí mismas.
La amable explosión esta
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La lenta, casi imperceptible marcha de todo continúa en sus revoluciones y
sus inescapables giros. No hay manera de saber cómo, pero es ineludible el
he...
Hace 3 años
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