Llovió. Viajamos en el tiempo. Hablaron nuestras manos en el momento justo en que la ansiedad empujaba el rostro del universo hacia su punto más lejano. Hubo palabras que precedieron a todo. O quizá no, todo estaba precedido, por un silencio de agua, por el vaso y su contenido, por el Decreto.
Nos mojamos los pies al cruzar esa pequeña cicatriz de vida que corría por la calle. Vimos la ciudad a través del último aplauso de una Jacaranda -antes de regresar a su guarida de aves.
Nos perdimos y quedamos quietos en una mesa argentina. La vida nos dio su bendición. Ese bautizo exacto en el que alegres, las estrellas se alinearon.
Te quise. Te besé. Te supe.
4 comentarios:
:(
:)
Me encantó!
Te mando un abrazo Frank, todo meláncolico, como de lluvia.
Acá llueve. El día es gris y hermoso y el amor se siente en todas partes....!
gracias por tu abrazo, recibe otro.
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