En el arte las apariencias no engañan, son apariencias. La palabra no pinta y la imagen no habla. La música suplanta al ruido y el ruido al silencio. La danza es un baile coreografiado, el baile un desfogue ritual que nos aproxima al apareamiento. El teatro, por más actores que tenga la puesta, siempre parece un monólogo. El monólogo es nuestro hábitat. El cine es entretenimiento y cuando petulantemente es llamado “de arte” aburre. La escultura seguirá siendo una piedra tallada con pasión, pero sin vida. Arte, artificio, engaño. Y sin embargo, es una buena forma de perder el tiempo.
La amable explosión esta
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La lenta, casi imperceptible marcha de todo continúa en sus revoluciones y
sus inescapables giros. No hay manera de saber cómo, pero es ineludible el
he...
Hace 3 años
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