El júbilo humano retrata la tristeza del mar, el miedo del follaje y la tristeza del viento. El blanco de nuestra sonrisa proviene del negro de la vida. Hemos llegado alto para despreciar la hierba, pero la montaña replica y nos acalla. Le dimos luz al callejón, pero le quitamos brillo a la noche. El río se retuerce tras la ducha; tu limpieza es la sed de los lagos y la agonía de los peces. Cada paso augura una res destazada. La locura es el canto da una mente cansada. El silencio llega sin que se haya dicho nada. El hombre calla en la palabra divina y grita en la mundana. No eres eso que se ve, ni tampoco lo que ocultas, estás detrás de lo que descubres y delante de lo que amas. Llegaste solo, pero ese no es el destino del planeta. Tus lágrimas no llegarán a nube mientras tu llanto provenga de tu reflejo en el espejo. El árbol es la furia de la semilla, esperanza del pájaro y espada de la tierra, un columpio en su brazo significa una cadena. No dudes en matarte para ver a Dios, duda de vivir sin él. El demonio tiene la cara de un ángel, el ángel tiene un rostro humano, el humano suplantó al monstruo. Puedes perder, siempre y cuando la derrota sea otro comienzo. Una vitrina da comienzo a la vanidad, un bastón a la sabiduría. Un trono es el pozo de la humildad, un reloj un signo de cordura.
¡Este canto no remediará nada, pero me ah cómo me sana!
1 comentario:
Estupendo. Un homenaje verdadero.
Abrazo que reconoce.
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