Una terraza donde el musgo es otra cuadrícula. Una bugambilia cuyo muro verde aguarda la llegada de las hojas. Un techo alto e inclinado para que la lluvia no duerma. Dos sillas y una vela. Beirut abriendo fuego. El humo rondando. Los güisquis urdiendo pecho adentro una batalla dulce. La ciudad al fondo, un cuadro quieto y oscuro. Arriba la bruma, la lluvia que no llegó. Estamos ahí, en el número seiscientos de la vida.
La amable explosión esta
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La lenta, casi imperceptible marcha de todo continúa en sus revoluciones y
sus inescapables giros. No hay manera de saber cómo, pero es ineludible el
he...
Hace 3 años
3 comentarios:
las buganvilias son plantas celosas, míralas con cuidado.
hoy tome la sartén por el fuego y me cuenta que tal, esta vez, yo invito el café.
Esas bugambilias, sin flor, se inclinaron a mi paso. Sírvase su café y dedíqueme un trago.
te dedico los tragos que quieras luego que veas mi mar.
tú pisco, yo tequila.
veamos cómo va.
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