Vamos a divertirnos, yo pongo el sábado y tú te asomas sobre la almohada, con esa cara de poseída que sólo yo sé. Taparemos el mundo como se tapa un baño. Beberemos café, tú con leche y yo negro. Nos sentaremos a hablar de una flauta mágica, que ya no tanto porque se sabe: los balcones son indiscretos. Vendrá la risa y con ella nos iremos por un tiempo a construir una autopista hacia la noche. Yo contaré las horas desde una silla color crema. Tú serás inmensamente feliz de la mano de un hombre hermoso cuya voz se pasea muy adentro de tu corazón. Llegado el momento retomaremos el ritual y quizá nos sentemos a ver llegar el domingo y digamos "que bueno está esto de querernos".
La amable explosión esta
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La lenta, casi imperceptible marcha de todo continúa en sus revoluciones y
sus inescapables giros. No hay manera de saber cómo, pero es ineludible el
he...
Hace 3 años
1 comentario:
Quererse es tan fácil cuando las sonrisas van al mismo ritmo...
Un beso.
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